El Tiempo, La Historia y la Ignorancia

Solemos compararnos repetidamente con las sociedades previas a la moderna y considerarnos el pináculo de la justicia e igualdad, solemos pensar que el tiempo nos transformo y poco a poco fuimos aprendiendo de nuestros errores pasados hasta alcanzar la "madurez" representada en la civilización moderna, de seguro un error arrogante que cada era del hombre ha cometido para con la anterior, el error de creer que el tiempo ha cambiado algo en nosotros, que nos ha vuelta mas inclusivos, mas pasivos y tolerantes casi borrando nuestros instintos violentos, la idea de que poco a poco vamos cambiando cuando la cruda verdad es que lo único que ha ido cambiando y evolucionando a lo largo de las eras son las formas de represión y control de la misma sociedad, una prueba de esto es una de nuestras invenciones mas titanicas: "El Leviatan del Poder".(representado en nuestras monarquias, conclaves, gobiernos, regímenes o estados)

La razón del porque nuestro nivel de vida a aumentado, de que la paz y la estabilidad se vuelven comunes, de que la criminalidad mundial haya disminuido vertiginosamente es porque nuestros "Leviatanes" (gobiernos) han establecido a lo largo del tiempo normas y leyes cada ves mas detalladas y absolutas, limitando así la violencia que un individuo pueda llegar a mostrar y volviéndolo un ser lo suficientemente manso para vivir en sociedad con otros individuos sin violar o corromper las libertades de cada uno de ellos. Es por esto que nuestras sociedades son mas estables que las antiguas, porque hemos perfeccionado el acondicionamiento y control continuo de las masas, ademas, es un hecho de que sin ningún tipo de ley, regulación o poder absoluta (leviatan) hasta el mas puro de los idealistas se volvería una bestia salvaje. 

Tal vez suene como la voz de lo pretencioso al afirmar todo esto pero me asquean los idealistas o humanistas que creen fervientemente en el cambio de la humanidad cuando en realidad continuamos siendo los mismos monstruos sobre los que leemos en los libros de historia, los mismos monstruos que masacraban pueblos enteros por nimiedades, los mismos monstruos que luchaban guerras eternas por rencillas de un pasado lejano, los mismos monstruos que aniquilaban culturas por pequeñas diferencias, los mismos monstruos radicales capaces de realizar crueldades inhumanas y decir falacias hipócritas, solo que ahora tenemos leyes y normas que encadenan esa bestia interior mejor que nunca, pero claro, seguimos cometiendo los mismos errores que esos monstruos de antaño por nuestra necia negativa a aprender de la historia y nos protegemos a nosotros mismos con falsas verdades lo suficientemente convincentes como para ocultar nuestra participación en las desgracias ajenas.